Era Domingo 31 de Julio del 2011, el Décimosexto Festival de Libro de Lima que se ubicaba lejos de mi casa mas no de mi corazón y yo me encontraba al lado de mi papá esperando a que nos dejara a mi, a mi hermana y a mi madrecita en ese paraiso textual que se abre una vez al año por un tiempo determinado y que nos aceca a escritores fascinantes, a poetas indescriptibles, o en algunos casos a tipos con suerte que por su baja autoestima adquieren un poco de notoriedad. Saludos Corbacho.
Tengo que reconocer con algo de verguenza que era la primera vez que recordaba haber ido por propia voluntad, en realidad era la primera vez que recordaba haber ido, aunque mi mamá me dice que me ha llevado muchas veces cuando era pequeña... En fin, habrá que creerle.
El punto es que esta vez pedí ir, necesitaba ir porque me enteré que Alonso Cueto, un señor escritor, estaría ahí para autografiar libros, porque sabia que esta vez se homenajeaba a Oswaldo Reynoso, quien con su obra "Los inocentes" hizo llorar a más de una generación y supo describir tan bien la realidad de algunos sectores populares limeños.
Estaba en ese lugar con ganas de que me autografien mis libros, de comprarme algunos, de simplemente estar y ser en ese paraíso maravilloso al que yo inmediatamente supe que pertenecia de cajón.
Hable con Oswaldo Reynoso, nos abrazamos y me felicitó por ser una "joven tan letrada". Me hizo gracia verlo tan viejito aunque paradójicamente tan vivo y saber, y entender que aún sin haber muerto ese escribiente ya se había vuelto inmortal, y que muchas generaciones gozarán como yo en algún momento, sufrirán en algún momento, se acongojarán en algún momento, con la historia de Rosquita entre otros.
Ahora solo me faltaba visitar a Alonso Cueto, pero aún faltaban dos largas horas para ese momento y aunque me hubiera gustado, no podia ir a los "cuentacuentos" con mis hermanitos y mi mami, porque estaba llenísimo, porque simplemente ya no cabía ni una punta de alfiler.
Decidí quedarme en la embajada de Chile, cerca de los poemas de amor de Neruda, de los escritos de Allende.
Y en eso estaba, muy cómoda y tranquila, cuando derrepente por uno de los altavoces que cubrían el techo de la Feria, la voz de una señorita anunciando la presentación de seis vates de diferentes paises me sorprendio gratamente.
Corrí como una lunática buscando el pabellón "Jose María Arguedas" donde sería la presentación.
Corrí y aún asi llegue tarde, las escritoras ya habían llegado.
Llegue y me senté adelante de todos. No tenia verguenza, total, no me importaba reconocer que amaba la poesía.
Llegue cuando una de ellas ya estaba recitando unos poemas, pero... Eran poemas extraños en una mujer, era como si lo estuviera recitando a otra mujer, o algo así.
Entonces volteé a ver el cartel del titulo de la exposición y cual no sería mi sorpresa al ver como una gigantografía, de lo que intuí sería la portada del libro, decía descaradamente y de una rebeldía hermosa el siguiente titulo:
"VOCES PARA LILITH, ANTOLOGÍA CONTEMPORÁNEA DE TEMÁTICA LÉSBICA EN SUDAMÉRICA"
Me quede anonada con el titulo y muchas, muchas preguntas recorrieron mi mente, mis sentidos, mi corazón.
Digo que el titulo era descarado porque vamos, estamos en Perú, en una exposición de libros.Porque eso derrumbaba mi concepto del mundo como lo concebía. Pero de alguna forma me hizo netamente feliz.
No digo que sea lesbiana, y aunque no me daría verguenza admitirlo si lo fuera, reconosco con pana y elegancia que también me gustan mucho los chicos. Me atraen bastante la verdad, es más en estos momentos estoy en una relación muy divertida con un chico super lindo.
Me hizo feliz saber que las lesbianas no eran como me habían contado las monjas de mi antiguo colegio, como me habían dicho los sicólogos a los que había ido. Que las chicas que gustan de otras no son monstruos ni nada tosco ni burdo si no que son personas, seres humanos capaces de amar y de vivir.
Antes imaginaba a las lesbianas como señoras horribles, super gordas, feas, solteronas. Me averguenza admitirlo, pero no concebia la vida al lado de una mujer, porque me parecia que ese era el comienzo de una infelicidad total, el comienzo del fin. Eso de estar con mujeres era solo una aventura u otra, que al final (por más que no quisiera y me doliera mucho) tenia que terminar, para que cada una siguiera con su vida, o bueno asi me lo habian enseñado toda la vida.
Pero no, para nada era así. Esos eran cuentos de tías viejas que le temen a lo desconocido.
Ellas (en especial una) eran lindas, cautivadoras, bien vestidas, de buena figura. Solo una o dos no eran TAN agraciadas, pero de seguro al conocerlas las cosas cambiarian a su favor.
La verdad mientras una a una iban diciendo sus poemas, y yo me enganchaba o me admiraba de su vida, de sus hijos adoptados, de sus titulos profesionales (!Una era antropóloga, abogada, socióloga y poeta!), de sus maestrias, de sus doctorados, mi felicidad iba en aumento, las admiraba y admiraba la forma en que luchaban por lo que creian, en la que como fieras sacaban las garras, y trataban de hacerse visibles en una sociedad como la peruana, super machista, super déspota y que sin embargo les había abierto un espacio ese día para que figurarán.
"En todos estos años, la literatura lésbica nunca ha figurado en ninguna forma de literatura, es como si no existieramos, es como si no estuvieramos aquí. Pero eso se acabo. Nuestro objetivo es que nos sientan , que al ir a una biblioteca, las mujeres, los hombres o a quién se le antoje puedan coger nuestros poemas, nuestras historias, con libertad, con noción que en algún lugar, estan allí."
Grandes palabras de Melissa Ghezzi.
Pero admitiendo verdades, hubo una escritora que me fascinó. Su acento argentino, su figura, su rosto, su forma de leer sus poemas, su cabello tan pero tan extrañamente atrayente, todo, cada detalle de ella, me cautivo hasta el final de la exposición. Siplemente me cautivó.
Su acento argentino, era delicioso, sus formas al leer, parecian un arrullo, un canto de sirena. Algo sobrenatural.
Supe de inmediato que por esa mujer, muchas podriamos pecar. Luego hablo sobre su pareja, y la forma en la que quiere que el mundo la vea. Por eso se volvio abogada, por eso se volvio poeta.
Al final de la ronda de poemas, ví que el auditorio estaba lleno, y no solo de civiles, tambien de soldados de dios, que me atrevería a decir, tambien se fueron encantados.
Pasó la ronda de los poemas y comenzó la de las preguntas.
No pude evitarlo y sin siquiera pensar, levante mi mano temblorosa, llena de dudas, con ganas de respuestas.
Cuando Claudia Salazar, la expositora, me dio la palabra, sentí como un escalofrío, una congoja, unas ganas locas de ser escuchada, de que me respondieran esas mujeres que eran materia de mi admiración embargaron mi alma.
Pero a la vez tenia miedo de escuchar tal vez una respuesta que rompiera en mil trozitos mi nueva perspectiva de ver las cosas.
Recuerdo que pregunté algo asi como: "Hola, me llamo María Alejandra, me gustaría que explicaran si fue fácil el hecho de llegar hasta aquí, porque es obvio que su familia, amigos y demás se opusieron, por miedo o que se yo, como fue su experiencia, como se lo tomaron".
Sentí como esos ojos cautivantes de mujer mayor, de la del bonito acento porfin estaban cayendo sobre mi, finalmente despues de mi pregunta logré llamar su atención. No sabia como ni porque pero me atrajo mucho esa mujer que podría ser mi madre y que sabia que ese si era un total y definitivo GUSTO IMPOSIBLE.
Primero me respondio Marianela Cabrera, una mujer de aspecto duro y apariencia extravagante, a lo que yo pude concluir,que seguro seria una de las más dulces del grupo.(Asi son todas las que aparentan rudeza)
Me dijo algo así como que no entendio bien la pregunta porque "ustedes las peruanas tienen un acento muy sabroso pero dificil de distinguir" pero que ellas (las lesbianas) eran personas como todas, que se levantaban y comenzaban a hacer el día a día, que amaban, que lloraban , que reian, que seguian con su vida. No tenian un cartel pegado en la frente, simplemente eran lo que eran y les gustaba, fin del asunto.
Yo sonreia ante esta aclaración y le di las gracias.
Luego, como por arte de magia, como llamada por una invitación celestial, extraordinaria, Gabriela Robledo- La Argentina Cautivante- cogió el micrófono y me contestó con palabras dulces, que se hacian pura miel envueltas en ese acento argentino tan tan digerible, tan sensual, tan indescriptible.
"Bueno Alejandra, creo que eso fue una pregunta personal, y como personal te la debo responder, dejame decirte que vengo de una familia católica conservadora, que no lo aprobó al comienzo, pero luego de que vieron que yo seguia con mi vida, que estudiaba , que ganaba mi dinero, no les quedo más que aceptar, y ahora tranquilo, todo esta muy bien. Yo tengo novia, y todo me va muy bien con ella, la quiero mucho y mi familia lo sabe".
Yo la miraba perpleja y solo atine a sonreir.
Finalmente luego de una pregunta algo incómoda, termino la exposición y raudamente consegui los 30 soles que necesitaba para comprar una de las primera ediciones de "Voces para Lilith", consegui que todas y cada una de las escritoras me la autografie, y sin mas me dirigí donde Gaby Robledo y le dije lo que mi corazón muchas veces oprimia, mientras que un nudo en mi garganta aparecia y se iba haciendo más y más áspero. Queria llorar no sé porque, era como si un huracán de sentimietnos encontrados me cubriera hasta hacerme nada, pero logre auricular frases suficientes como para mentener viva la diminuta conversación
Me maldije por no traer una cámara fotográfica, y bendije el hecho de estar allí.
Le explique que yo tambien hace mucho queria escribir un libro sobre un romance que alguna vez tuve...
Ella me pregunto con un tono que ahora asumo como pícaro :"¿Fue Nena ese amante?"
"En lo absoluto" conteste con una sonrisa. "Sigue adelante, vos podés" me dijo mientras me daba un delicado beso en la mejilla, y autografiaba mi libro.
Yo era felíz. Se fueron de la sala, pero quedaron en mis corazones, y vaya que sí. Marcaron mi adolescencia con su olor a perfume caro y sus ganas de cambiar el mundo.
¿Es posible querer en un día?. No lo sé, pero si el amor comienza con admiración de seguro que ese día las quise como nunca y hasta siempre.
Luego fui al auditorio "Ricardo Palma" donde me di con la sopresa que Alonso Cueto no fue, solo habia un cuenta cuentos que igual me hizo reir con sus ocurrencias, y despues, despues nada.
Comenzé a leer mi libro y ya lo termine, y le escribo haciendole honor porque se lo merece.
Siento que porfin es un libro muy mio, muy con lo que me pasó. No tienen una idea de cuanto me hubiera servido hace un año...
Pero ahora que lo pienso, ese encuentro que tuve con el libro, con las escritoras, ese día en sí fue raro.
Yo nunca lo busque, nunca pasó por mi cabeza, el hecho de saber que justo el día en el que yo fui a la feria (fue el único día que fui tambien) justo en ese momento, y en el preciso lugar, estarian todas esas voces reunidas, como esperandome.
Hace mucho que no creo en el destino, pero... ¿Quién sabe no?
Sentí lo que deben sentir esos chicos enamorados que leen uno de los vastos poemas, o cuentos que ahi acerca del amor entre el hombre y la mujer.
Esos cuentos que de seguro arman de valor aun amante para declarasele a la chica amada, o que llenan de felicidad a la chica de saber que podría ser que ese niño sea "su amor verdadero"-.
Solo que en lugar de haber principe y princesa, aqui solo ahi princesas.
"Hembra a Hembra, como dos fieras, sin noción de los abismos"- Melissa Ghezzi.
Ese tipo de historias, de poemas, me faltaron. Me falto valor para buscar mi felicidad, me falto valor, y SÍ, seguro que toda la vida me sentiré culpable, pero.. ¿Qué puedo hacer? si se que culpable soy.
"No se llora sobre leche derramada"- En mi caso, la leche ya se fundio con las lágrimas.
Atte: María Alejandra Romo, una cautivada lectora, y simplemente LA fan.
Ps: !Leanlo enserio es muy bueno, no solo si eres lesbiana o bisexual, las mujeres e incluso los chicos heterosexuales lo pueden encontrar realmente interesante!
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